Con la educación no sólo se logró alfabetizar gran parte del país, también se logró difundir una misma historia, imagen y esperanza de porvenir a nivel nacional. Al ser una educación adquirida en la niñez difícilmente podría ser olvidada o suplantada por otro tipo de concepción nacional. Tanto en éste proyecto, como en su labor como Rector de la UNAM, Vasconcelos retomó y desarrolló las ideas sobre educación cultural del Ateneo y el proyecto inconcluso de la Universidad Popular Mexicana. Una de las principales fuentes de inspiración de Vasconcelos fue Anatoly Lunarchasky, comisario de Bellas Artes en la Rusia Soviética, del cual retomó varias apreciaciones: la idea de que un pueblo empieza a ser civilizado cuando se convierte en creador; de que el arte es para todos; de la importancia de acercar a los trabajadores la cultura, y de utilizar el arte del pasado para formar el proletariado culto, recurriendo a las raíces y la tradición como elementos de formación de identidad cultural (Bernal, 2006).